Anoche soñé con tus besos,
me pareció sentir tu boca,
calentarme con tibio aliento,
Diciendo mí nombre, volviéndome, loca.
Con tus caricias, ardí de gozo,
Me dejé llevar, sacié mi sed.
Fue todo tan real y tan hermoso…
Cubriste mi cuerpo hasta el amanecer,
Me escuchó gemir la almohada,
Cuando despacito y sin prisas,
Paseaste mi cuerpo, hasta dejarme extasiada.
Me despiertan susurros y cómplices risas,
De sábanas húmedas, que fueron testigo
De que soñando tus besos, en mi ser te he sentido.
Autora: Cándida Medina Álvarez