ya que ayer fuiste tan valiente
de amar en contra de la razón
qué hago, con el dolor que sientes.
nadie podrá en mí adivinar
que me muero por besarle
y sus caricias he de imaginar .
cuando su mano rozó la mía
y sentí que tenía que amarle
a sabiendas de que sufriría .
me reprocha mi inconsciencia
pero lo que sentí entre sus brazos
bien vale el pago de ésta penitencia.