La soledad mi penitencia

La soledad mí penitencia

Dímelo tú ahora corazón
ya que ayer fuiste tan valiente
de amar en contra de la razón
qué hago, con el dolor que sientes.

Sin lágrimas he de llorarle
nadie podrá en mí adivinar
que me muero por besarle
y sus caricias he de imaginar .

Recuerdo fue solo un instante
cuando su mano rozó la mía
y sentí que tenía que amarle
a sabiendas de que sufriría .

Hoy el alma hecha pedazos
me reprocha mi inconsciencia
pero lo que sentí entre sus brazos
bien vale el pago de ésta penitencia.

Autora y fotografía: Cándida Medina Álvarez.